Barquera, jornalera del tomate y partera: María Alayón (Las Galletas 1917-2017), una mujer que parecía hubiera nacido para traer niños al mundo.
María Alayón Hernández, nace en Las Galletas en 1917, en el seno de una familia humilde de pescadores. Se dedicó al trueque de pescado desde niña. Primero junto a su madre, y después sola o acompañada por otras barqueras de Las Galletas, recorría descalza los caminos que comunicaban la costa con las medianías de Arona o San Miguel para ofrecer el género fresco o jareado a cambio de otros productos de la tierra.
Cuando el agua bañó las sedientas tierras de la plataforma costera de Guaza-Las Galletas gracias al Canal del Sur, y el cultivo del tomate se alzó como uno de los principales motores económicos de la época en nuestro municipio, María Alayón trabajó también, como jornalera del tomate. Después de casada y tras alumbrar a su única hija, fue cuando María Alayón se dedicó al oficio de partera durante casi treinta años. Asistía a las mujeres de Las Galletas y alrededores en el parto, gracias a sus manos expertas y sabias. Dio respuesta a las carencias sanitarias de un lugar azotado por las precarias condiciones socioeconómicas. Con el conocimiento que da la experiencia, y de forma altruista, llenaba el vacío que dejaba la falta de sanitarios. En las primeras décadas del siglo XX, en Las Galletas, ir al médico seguía siendo, en unos tiempos difíciles de escasos recursos, un privilegio que muchos no se podían permitir, por lo que de forma paralela subsistía una medicina popular de amplia tradición. Desde los remedios caseros, a los rezados y consejos de curanderas y curanderos, hasta las parteras.
Durante las primeras décadas del siglo XX, especialmente en ámbitos rurales como es el caso de nuestro municipio, la importante labor de las parteras era desempeñada por mujeres que, con una gran precariedad de medios, sin preparación científica, pero con la sabiduría que da la experiencia y con unas fuertes dosis de intuición ayudaron a alumbrar a muchas mujeres.