San Claudio, San Casiano y la Virgen del Carmen eran las imágenes del templo de Las Galletas.
La Ermita de San Casiano fue construida por Casiano Alfonso Hernández a finales de los años 20 por una promesa a su madre Doña Claudina Hernández. No obstante, la bendición oficial se retrasó hasta el 13 de agosto de 1932. Relacionada con la onomástica de de Don Casiano y su madre fueron las imágenes a venerar en el templo: San Casiano, San Claudio y la Virgen del Carmen, patrona de los pescadores.
Prestar atención espiritual a los habitantes de este lugar y el deseo de cumplir con los preceptos religiosos por parte de las familias que en verano se desplazaban a Las Galletas, fueron los principales motivos que favorecieron la construcción de del templo. Desde el principio estuvo atendida por el párroco de San Miguel, lo cual no es extraño por la vinculación de Las Galletas con San Miguel ya que gran parte de la gran terratenencia, dueña del suelo de la plataforma costera de Las Galletas, era natural de dicho pueblo. Las Galletas, a través de El Porís, se convierte en puerto de salida de la producción agraria de este espacio, lo que activa el crecimiento de población y el desarrollo urbano.